viernes, 23 de marzo de 2012

"NO HAY TIEMPO QUE PERDER"

Es de vital importancia obtener un diagnostico temprano y empezar a estimular al niño para desarrollar al máximo su inteligencia. No hay tiempo que perder, pues un cerebro en desarrollo asimila mejor y más rápidamente los estímulos que recibe. Se trata de que el niño aprenda hasta donde pueda, que es mucho más de lo que imaginamos. Mucho depende de que reciba los estímulos adecuados. La familia es el campo de aprendizaje más importante para todos los seres humanos. Cuando un niño tiene necesidades especiales, los padres deben aprender a enseñar; además de paciencia y tiempo es necesario saber cómo ayudar al niño a desarrollar al máximo sus capacidades. El niño no madura “con el tiempo”, requiere estimulo constante, organizado y sistemático. Para ello es fundamental buscar la orientación y un programa especifico de estimulación temprana, con objetivos y estrategias bien definidas para cada etapa del adiestramiento. Dividir la gran tarea en pequeños pasos permite ver claramente resultados. Una buena estimulación temprana servirá para allanar el camino que lleva a la educación preescolar. La escuela no sólo brinda apoyo académico, sino que es un espacio importante de socialización, en el cual el niño tiene la oportunidad de aprender habilidades básicas para la vida. Si las condiciones del niño le permiten asistir a una escuela regular, es importante que los padres mantengan estrecho contacto con los maestros y formen un equipo de apoyo para satisfacer las necesidades especiales de su hijo.

 Cuando lo mejor para el niño es integrarse a una institución de educación especial, la participación de los padres es igualmente valiosa. No obstante, en estos casos es fundamental darle al niño la oportunidad de integrarse a otros tipos de grupos regulares en actividades extraescolares (deportes, baile, dibujo, etc.). El aprendizaje académico no es un fin en sí mismo, sino un medio para preparar a la persona para su integración y participación en la vida social.
 La etapa siguiente, de capacitación para el trabajo y vida independiente, hace énfasis en la adquisición de habilidades y destrezas manuales, intelectuales y sociales que faciliten el desempeño de las actividades propias de la vida adulta. No debemos perder de vista que mientras más elementos educativos proporcionemos a las personas con DI mucho mayores serán sus posibilidades de integración, puesto que estos elementos educativos no sólo los proporciona la escuela y la familia, sino también la comunidad y los amigos.

 Mientras más oportunidades tengan las personas con DI de convivir y participar en los ambientes reales, muchas más habilidades adquirirán. Las personas con esta condición no son niños para siempre, por eso, es importante darles el trato que corresponde a sus diferentes etapas de desarrollo.

 Todos aprendemos mejor cuando en el ambiente hay respeto, paciencia, amistad, amor y constancia “lo normal es un trato normal”.
 

·          “Discapacidad Intelectual” (2002), en Ararú, Revista para padres con necesidades educativas especiales, Núm.28., Nov. 1999 - enero 2000, México, Alternativas de Comunicación para Necesidades Especiales, pp.23–27.

No hay comentarios:

Publicar un comentario