La discapacidad es un estresor para la familia, y
en muchos casos la presencia de un hijo con discapacidad es un factor
precipitante de ruptura conyugal y una importante fuente de conflicto.
La intensidad de las
repercusiones que tiene la presencia de un hijo con discapacidad en la familia,
va a depender de las características y situación de la familia y del momento
evolutivo del niño. Desde el momento en que los padres tienen conocimiento de
la discapacidad del hijo, la preocupación por su presente y futuro les va a
acompañar a lo largo de toda su vida.
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